Poemas y otras fantasías.

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viernes, 20 de junio de 2008

¿Qué vendes?


Tenía una pequeña tienda de barrio, mi negocio era vender música, alquilar videos, y las consabidas chuches para los niños. Mi clientela era fija y variada, hasta que apareció él...Entro tímidamente, apoyado en su bastón, se descubrió la cabeza y dijo: -“Buenas tardes”.
Le conteste igualmente y sin esperar mucho me preguntó: -“¿Venden ustedes capazos para recoger la oliva?”. A lo que conteste con una sonrisa que no… El señor se quedó mirando todo con ojos curiosos, como de niño...Y acercándose a mí me dijo en voz bajita: -“Esto que hay aquí es todo para "vicio", ¿verdad?”… Seguí sonriéndole y le dije que más o menos así era... Volviendo a mirarlo todo de nuevo, se despidió, se colocó de nuevo su boina y se fue.
Y así cada vez que se acordaba de que mi tienda existía. Unas veces pedía bombillas, otras tijeras de podar, azadas... Para luego, y después de mirar todo atentamente, volver a hacer aquella primera pregunta. Opté por darle un puñado de caramelos cada vez que venía, a fin de que no se fuera sin nada. A eso se unió la charla amena que me ofrecía con sus visitas. En una ocasión me dio una pequeña cantidad de pesetas para compensar mi amabilidad, puesto que decía que siempre se iba de allí sin comprar nada y habiendo molestado... Un día entró una mujer diciendo que era hija de mi cliente especial, le pregunté si le había pasado algo y me respondió que no, pero que dejara de darle caramelos a su padre. Entendí su enfado, pero me dolió que pensara que había dañado su salud de alguna manera. Ya no le volví a ver más... Al poco tiempo, me enteré de había fallecido.
Creo que siempre le vi como el niño curioso que llevaba dentro, y que en su interior, a pesar de la edad y la falta de memoria, todavía tenía despierto a ese chaval que siempre imagine que hubiera sido de joven... Y que despertó en él, el día que se atrevió a entrar en mi tienda."

1 comentario:

Manu dijo...

Me ha encantado este texto. Felicidades por poner en la balanza lo que hay que entender por "vida". Seguro que el recordó los "caramelos".