Poemas y otras fantasías.

Os invito a visitar el blog de Poemas y otras fantasías. El enlace lo tenéis más abajo. Espero que os guste.

domingo, 24 de octubre de 2010

Hibernar.


Tengo las manos dormidas… Me duele la espalda, el cuerpo… Supongo que tendré una crisis acrecentada con el exceso de trabajo. Hoy ha sido un día de sofá y descanso, aún así… Tengo las manos dormidas. Mi cerebro va tan deprisa que me cuesta canalizar los pensamientos. Se agolpan y me duele la cabeza. Me gustaría sacar tiempo para escribir, pero lo aprovecho para descansar. Demasiadas horas trabajando. Así no pienso, no siento. Soy una mula atada al molino, dando vueltas y vueltas.
Estoy encapsulándome, protegiéndome; haciendo del hermetismo un refugio. Hora de hibernar frente a todo. Sólo dos contactos: familia y trabajo. El resto, el mundo: aparcado. No quiero contacto, no quiero que me roce, que me despierte. Tengo sueño. Con ello no quiero decir que esperaré a que llegue la primavera, simplemente no espero. Sólo trabajo y mis hijos.
Me duelen las manos, las tengo dormidas. No siento el roce de la piel, sólo el hormigueo que viene y va. Y tengo sueño, mucho sueño.

domingo, 17 de octubre de 2010

Rabia.



Todavía sigo aquí, perdida, sin saber qué hacer o hacia dónde dirigirme. No tengo fuerzas para cerrar el blog, tampoco para empezar a escribir en el nuevo proyecto que inicié. Por un lado, no puedo quejarme de cómo me han ido las cosas en este tiempo. Por otro, me siento tan vacía que nada me satisface. He empezado a despegar con un nuevo trabajo (todavía inseguro), que me da fuerzas para levantarme cada día; aunque termine completamente agotada por las noches. Eso me ha traído una cierta seguridad económica, pero sigo sintiéndome vacía…
Tengo las ilusiones rotas, también el corazón. Vestigios de historias que nunca llegaron a ser. Arañazos en el alma, porque el cuerpo se recupera. Sigo lamentándome de lo vano de mis sueños rotos, de no sentirme llena ni siquiera por los gratos momentos, de tener la sensación de nunca haberlos vivido, de tiempo perdido, de vida perdida…
Hoy me han dicho que mi mano muestra que un amor me llega pero no estará a mi lado. He pensado que es lo mismo de siempre. Saltar y sentirme en pleno vuelo por unos instantes, para después caer al suelo.
Unos pensarán que debo agradecer y guardar en la memoria lo bonito de cada minuto de gozo, pero yo les digo que ya me he cansado de rozar lo intangible. No quiero volver a ver, ni a escuchar, ni a leer palabras que NUNCA serán para mi. ¿Egoísta? SI, en mayúsculas. Porque me he hartado de inseguridades, de esperanzas, de “tranquila, que ya llegará tu momento”. Hoy, ahora, ya: me siento impaciente, exijo lo que tanto llevo pidiendo.
Hoy me he dado cuenta de que me usan, mejor dicho, dejo que me usen… Y quiero rebelarme. Y si me tachan de ególatra, ¡qué me importa!. Yo también tengo mi lado oscuro, mi mal genio, mi mal “llevar la vida”. Hoy estoy hastiada. Hoy no me siento feliz siendo como soy, ni sintiendo como soy, ni habiendo permitido que pasaran cosas que han pasado… Me siento utilizada, engañada, por humanos y por el destino. Hoy no quisiera ser, no quisiera haber sentido, haberme dejado llevar por los instintos, haberme forjado sueños fútiles, haber creído que había amor dónde nunca hubo más que desierto.
Hoy he llorado de impotencia por ser como soy: Azul, tal vez, desteñido…