Rodeados de azul, rodeados de mañanas,
Dos voces azules, dos gotas de rocío
Que caen en tu rostro y en el mío...
Ojos de azul imaginado,
Miradas a la espera de los besos,
De tu boca, de mi boca, tan ansiados...
Amanece y la neblina se disipa...
Deshacemos los abrazos de la noche,
Abrimos la ventana al nuevo día,
Elevando el azul al alto Cielo...
Repletos de caricias que pensamos,
Desnudos sin azul, frente a frente...
María 06/05/08
Dos voces azules, dos gotas de rocío
Que caen en tu rostro y en el mío...
Ojos de azul imaginado,
Miradas a la espera de los besos,
De tu boca, de mi boca, tan ansiados...
Amanece y la neblina se disipa...
Deshacemos los abrazos de la noche,
Abrimos la ventana al nuevo día,
Elevando el azul al alto Cielo...
Repletos de caricias que pensamos,
Desnudos sin azul, frente a frente...
María 06/05/08
3 comentarios:
Azul
Eran como muchos azules dentro de ese azul
un azul de ojos, un azul de mañanas, una voz azul,
un reflejo en el destello de una gota de rocío,
en una mirada de mar que no languidece,
o en ese sabor que deja un beso que espera por otro.
Como una neblina cálida que abraza amaneceres
y se deshace envuelta en la luz del día,
o el melodioso trinar que un ave eleva y forma bóveda,
azul, como imagino tus caricias en mi piel cuando te pienso.
Julio 06/05/08
Mi mirada triste se prolonga
hacia ese azul inmenso,
que un horizonte divide,
y entre luces, y entre sombras,
en la larga intersección te percibe
como aurora
que amanece en mis mañanas,
impregnada en jirones de rocío
y a mi acudes en hora tan temprana
susurrándome quedita en el oído,
bésame hombre azul, cariño mío,
bésame, soy tu hembra más lozana.
Julio E.
18:12 h.c.
07/05/08
Azul, quizá teñido
Me quedé en aquellas mañanas
de embrujo indescifrable,
de primavera preñada de ternura
con códigos de ecos lejanos.
Me quedé, sin hacer ruido,
sumergido e inerte,
amparado por la niebla
que velaba algún azul,
quizá teñido.
Y la otra parte de mi se fue,
siguiendo al sol en busca de rojos,
en busca de verdes, de campos y praderas.
Mi alma dividida y marina
quizá sea devorada por un oscuro abisal,
o se renombre entre dos miradas
de un mismo signo y diferente tono.
Probaré unos besos con la intriga
de no saber como fueron aquellos otros,
de los que uno al menos, quisimos darnos.
Del color de su mirada
07/07/08
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