Poemas y otras fantasías.

Os invito a visitar el blog de Poemas y otras fantasías. El enlace lo tenéis más abajo. Espero que os guste.

miércoles, 9 de marzo de 2011

He lanzado mi vida al viento.



Tengo ganas de que llueva. Me encanta sentir las gotas en mi cara. El cielo gris, el olor a tierra mojada, el aroma intenso a pino y romero… Así es como huele Enguera cuando llueve. Amo este pueblo, amo esta tierra y sus paisajes, desde el primer día que llegué. Incluso cuando nieva, se le ve distinta. La nieve hace que aparezca sobria, elegante, con el campanario erigiéndose en símbolo de poderío. Eso no ha impedido que tenga en mi corazón otros lugares.
He escuchado una frase que dice: “Has lanzado tu destino al viento”… Me hace pensar. El destino ¿está marcado o lo decidimos? Muchas cosas de las que me han pasado no las quise, pero llegaron a mi vida. Tal vez, no supe rechazarlas o evitarlas. Sucedieron. ¿Puede un niño saber si lo que le va a acontecer es inevitable? ¿Su elección será acertada o equivocada? ¿Puede discernir con certeza qué hacer? Lo dudo mucho. Y las cosas de la infancia marcan de por vida. Posiblemente, eso sea augurio de un futuro destino equivocado.
Si lanzara mi destino al viento, no viviría donde vivo; habría dejado estas montañas para estar cerca del mar. Me habría perdido por las calles de una gran ciudad o por las veredas de una pequeña aldea. Quizá hubiera seguido los pasos dejados en la arena por alguien que caminó anteriormente por ella. Pisado otras huellas en la nieve o haber cruzado las aguas de un arroyo. Me hubiera dejado llevar de la mano de cualquier brisa, como hoja en otoño, para terminar cayendo en cualquier parque.
He tomado decisiones últimamente. Van a marcar mi vida, no quiero que tengan vuelta atrás. Voy a asumir mi libertad, mi independencia, mi yo. No voy a olvidar mis obligaciones, las tengo; pero quiero hacerlo desde mi casa, mi espacio, mi voluntad… Algunos pensarán que estaré lanzando mi vida al viento, pero no me importa. Quiero balancearme con él, no en él. Quiero llevar las riendas de mi paracaídas. Puedo aterrizar en arenas movedizas, en aguas turbulentas o en suelo firme. No dudo que puedo hacerme daño, pero si no me lanzo nunca sabré si valió la pena.

1 comentario:

Miguel Angel dijo...

Buenos días María, el año pasado me cerraron el blog y perdimos el contacto...casualmente hoy he aterrizado en tu blog y me ha producido una gran alegría el reencuentro.
Un cordial saludo,
Miguel Angel

Te dejo la dirección de nuevo blog: http://miguelangeldetodounpoco.blogspot.com/